Un notario es un profesional del derecho, investido en fe pública por el Estado, que brinda seguridad jurídica y certeza en los actos y hechos de los que da fe, manteniendo siempre un alto nivel de profesionalismo, total imparcialidad con los prestatarios del servicio y plena autonomía en sus decisiones, las cuales sólo tienen por límite el marco jurídico y el Estado de Derecho.

Ejercemos nuestra función con independencia del poder público y los particulares. Es así como recibimos, interpretamos, redactamos y damos forma legal a la voluntad de los comparecientes al plasmarla en su instrumento público y auténtico, redactado bajo nuestra responsabilidad y que puede ser una escritura pública, si se trata de dar fe de un acto jurídico; por ejemplo, un contrato; o bien en un acta notarial, si se certifica un hecho jurídico o material, por ejemplo, una notificación o una fe de hechos.

Los notarios conservamos y reproducimos el instrumento, brindando así seguridad y tranquilidad a la sociedad.